El banco de trabajo reúne todo el arsenal para crear nuestras pequeñas Capillas Sixtinas. Por ello, un buen modo de averiguar qué herramientas básicas deberíamos tener en él no es otro que construirlo desde cero. Este proyecto en madera y metal nos dará pistas sobre qué debe custodiar nuestro preciado banco.
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El trabajo bien hecho parte de nuestro bienestar
Por mucho mobiliario de taller que el mercado saque a la luz año tras año, no hay nada como configurar el ecosistema donde tendrá lugar nuestra actividad. Un camino que no sólo sacará a relucir nuestra creatividad, sino que, además, conseguirá que nos sintamos cómodos, al fin, en nuestro espacio de trabajo. Un objetivo que no tiene que ver con aquellas mentes quisquillosas que quieren hacer de todo espacio su coto privado de existencia. Sino más bien con hacer que la reconciliación entre la responsabilidad y el bienestar sea posible. ¿Cómo? Erigiendo esa burbuja desde nuestro estilo y autenticidad.
Para ello, asumiendo que podremos darle forma a nuestra idea —con algún videotutorial de YouTube que nos acompañe durante la aventura—, es de vital importancia estar provistos de herramientas eléctricas, útiles de mano y materiales de calidad para esculpir la expectativa sin traicionarla. Por fortuna, gracias a plataformas como Tecnitool daremos con aquellos accesorios y herramientas indispensables para crear nuestro espacio de trabajo. Eso sí, siempre en función de la viabilidad de nuestra idea y según el material a utilizar para conseguir ejecutarla. En este caso, para un banco de trabajo en acero y madera, una combinación útil y perfecta entre lo orgánico y lo industrial que siempre casa bien.
Materiales y soportes: elige bien tu arsenal de trabajo
Enumerar la lista exacta de instrumentos con que elaborar nuestro taller puede ser toda una odisea, más si buscamos construir una verdadera virguería. Por ello, más vale tener a mano una caja de herramientas completa y versátil —podemos escogerla de acero, plástico o aluminio— donde encontrar todo tipo de útiles básicos como destornilladores, limas, alicates, y de distintos tamaños, para poder adaptarnos a cuanto queramos construir. Pero, además, para esta tarea serán necesarias algunas herramientas más específicas si podemos permitírnoslas y, dicho sea ya de paso, echar un ojo a las últimas ofertas del mercado.
Aunque hayamos adquirido materiales a medida para nuestro proyecto, siempre puede aparecer algún desperfecto que mejorar. Por ello, y para trabajar la madera, un cepillo de carpintero será de gran ayuda para rebajarla, suavizarla y corregir defectos. Indispensable también será echar mano de la lijadora eléctrica —orbital o de banda— para trabajar tanto madera como metal. Y, en caso de que seamos algo más exquisitos con nuestra obra, una fresadora para madera puede darnos grandes resultados para perfilarla a nuestro antojo. Hay que destacar también la versátil sierra de sable para cortar sobrantes de ambos materiales.
Ensamblaje: la resistencia puede ser hermana de la sutilidad
Llegado el momento de unir todas las partes que darán lugar a nuestro banco de trabajo, nuestro mejor aliado no es otro que un buen taladro de batería. Como el de las firmas que compara Tecnitool, ideal para evitar tropiezos con el cable mientras trabajamos. A pesar de la obviedad, recordando diferenciar las brocas para madera de las de metal para un mejor acabado y, en especial, variar las dimensiones para practicar un avellanado, pequeña y pulida hendidura en el agujero con la que se logra encajar los tornillos a la perfección y disimular cada parte. Un detalle que, pese a su sencillez, nos permitirá conseguir un acabado realmente cómodo.
Con ello, deberemos también tener en cuenta el tipo de ensamble usado. Ya que en función de nuestra elección quizá un juego de llaves Allen sea una respuesta más sencilla para esta fase. Sin olvidar que, en muchos casos, una llave inglesa o un juego de llaves fijas también pueden sacarnos de más de un apuro. Finalmente, y mientras, ajustamos cada pieza de nuestro banco de trabajo donde debe, llegará el difícil momento de recurrir al nivel de burbuja para comprobar que nuestra intuición no ha conseguido el equilibrio deseado. Un buen momento para sacar el mazo de goma del cajón y enderezar nuestra pequeña obra.
Y lo más importante: llena tu banco de trabajo
Una vez construido el banco de trabajo, ya sólo quedará dar con todas aquellas herramientas a tener a mano en cualquier momento. Como es obvio, a mayor arsenal, mayores posibilidades de solventar cualquier adversidad que requiera de nuestra pericia. Sin embargo, es por todos conocido cuán difícil puede llegar a ser escoger la herramienta ideal para cada una de nuestras tareas, ya que nuestra elección depende de todo tipo de criterios que van desde las meras características de la herramienta hasta su precio y rango de aplicación.
Es por ese motivo que nunca está de más echar un vistazo a guías de compra y webs de comparación de herramientas para conocer más acerca del artículo que necesitamos y las opciones y precios que nos ofrece el mercado para aprovisionarnos de éstas. En ese sentido, plataformas como Tecnitool aportan extensos datos sobre herramientas de albañilería, carpintería, bricolaje e incluso equipos de protección individual (EPI) y seguridad que pueden sernos de gran ayuda. Porque, al final, son las herramientas que escojamos las que marcarán la diferencia entre un buen trabajo y uno que hubiera podido llegar a serlo.